Almudena Mazarrasa fue una de las primeras embajadoras de nuestro país con destino en Costa de Marfil y República Dominicana. Pero también vivió de primera mano desde la embajada de Argel u Oriente Medio todos los conflictos vívidos y enquistados de aquellas zonas convulsas.
En su trayectoria recibió aplausos pero también traiciones. La peor de todas: no sentirse valorada por el gobierno de su país al cabo de los años, lo que precipitó su prejubilación.