Juana la Loca es la protagonista del 'Mujeres con Historia' de 'La rosa de los vientos'. Para ello, se incorpora a la conversación Engel de la Cruz, autora de 'Comuneros, La Revolución de Castilla'.
Según explica Engel, Juana era una mujer "valiente, fuerte y muy irreverente", sin embargo, lo único que ha traspasado de ella "ha quedado en una visión plana, como una loca con una incapacidad para gobernar".
Además, comenta que a pesar de que "no estaba preparada para gobernar" porque era la cuarta en la línea de sucesión y por lo tanto "recibió una formación clásica de una infanta, como un instrumento político", sí que tenía inquietud por hacerlo y sí que tomó decisiones para preservar la dinastía y, en concreto, de sus hijos.
Asimismo, reconoce que tenía una relación complicada con su madre, la reina Isabel la Católica, porque no compartía su simpatía por la religión. "Desde muy pequeña vio que la religión no iba con ella, no simpatizaba con la religión de su madre", dice y añade que "es algo que a la reina le preocupaba y le avergonzaba". Además, señala que "este carácter irreverente que mostró en más ocasiones, a la reina no le gustaba. Era muy rebelde, tenía mucha personalidad y lo mostró desde muy pequeña".
Por su parte, para su padre, Fernando el Católico, "Juana era como una piedra en el camino que tuvo a la hora de gobernar". Por ello, "decidió quitársela de en medio, la encerró, apartó e inhabilitó para que no pudiera gobernar".
Engel también habla de su matrimonio con Felipe I, más conocido como Felipe el Hermoso. "Fue un flechazo total, lo primero que hicieron fue pedir un cura para que les casase para poder consumar el matrimonio", dice. Y cuando Felipe I de Castilla murió, Juana intentó asumir su papel de reina de Castilla, aunque su padre no se lo permitió.