Leni Riefenstahl ha pasado a la historia por ser la mejor directora que pudo encontrar Hitler para ensalzar el nacional socialismo. Sin embargo fue mucho más. Ella revolucionó el cine con innovación de planos, movimientos de cámara, juegos de luces, etc.
Aquellos tres años de entrega a la propaganda nazi la dejarían marcada de por vida, sobre todo al finalizar la Segunda Guerra Mundial, donde la recluyeron en un manicomio durante 7 meses para que se desnazificara con descargas de eléctricas. Al salir tuvo que hacer frente a múltiples calumnias y difamaciones durante toda su vida.
Aunque ganó los 55 juicios defendiendo su honorabilidad, no la dejaron trabajar más como cineasta y tuvo que viajar a África donde hizo un documental sobre los Nuba, una tribu de Sudán desconocida hasta ese momento.
Con casi 70 años se interesó por la fotografía. Con 90 se tiró por última vez en paracaídas y en 2003, con 101, murió de cáncer.