Desde 1980 hasta 1996, Diego fue agente del servicio secreto. Estaba en la cúpula del espionaje cuando se produjo el Golpe de Estado, y a lo largo de su carrera intentaron comprarle y amenazarle hasta que acabaron despidiéndole. Aún así nunca pudieron con él.
Fernando Rueda nos cuenta que Diego Camacho "es un destacado agente, uno de los espías más íntegros, decentes y con honor que conozco. Intentaron comprarle, le amenazaron a lo largo de toda su carrera e incluso al final por ser fiel a su honor, a sus principios, le despidieron. Aún así nunca pudieron con él" asegura.
Diego Camacho nos cuenta cómo vivió la noche del 23-F. Nos cuenta cómo consiguió entrar en el Congreso, lo que se encontró allí y cómo se vivió todo desde dentro. Asegura que acumuló muchísima información y defiende que Tejero no era la cabeza del Golpe. "La cabeza del golpe era el Rey" afirma Diego con total rotundidad.
"El Golpe de Estado estaba planificado como un golpe de mano de operación especial, es decir, tenía tres fases: Una primera era el desencadenamiento del golpe. Una segunda fase que es hacer que haya un bando en Valencia en donde la autoridad militar toma el control de la situación en donde ya se vislumbra que detrás de Tejero está el respaldo de una parte del Ejército. Y la tercera, que una vez producido todo, una persona llega al Congreso, el General Armada, para hacerse cargo de la situación." asegura.