Ángel Antonio Herrera nos cuenta en Más de uno cómo era el torero Curro Romero. "Curro sin hablar es amable y una persona atenta", explica y nos remonta a sus orígenes humildes.
Asimismo, comenta que "aborrecía la fama" por lo que "le caería muy bien toda aquella gente que le haya olvidado". Por otro lado, comenta que "es la majestad y la elegancia".
Además, dice que es un torero atípico, porque "aborrece los trofeos taurinos" y por ello no le gustaba llevarse las orejas después de una buena faena.