El lanzamiento ha sido tan emocionante porque este telescopio empezó a planearse en el año 1996, y se iba a lanzar ¡en 2007! Pero el proyecto empezó a acumular retrasos, sobrecostes… su presupuesto ha terminado siendo 20 veces superior al planeado inicialmente.
La máquina está construida desde 2016, y nos hemos pasado 5 años comprobando que todo funciona bien. Ha habido tantos retrasos que ya se había convertido hasta en un chiste: "a ver si este año lanzan el James Webb". El lanzamiento estaba previsto para el 18 de diciembre, se retrasó hasta el 22, luego se retrasó al 24 y finalmente se lanzó la mañana del día de Navidad, el 25 de diciembre. A la 1 y 20 del mediodía, hora peninsular, desde la Guyana Francesa, en Sudamérica. Ha sido el regalo de Navidad que llevábamos años esperando.