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Aparici en órbita: ¿Por qué están desapareciendo los gorriones?

Alberto Aparici explica en Más de uno que el verdadero mejor amigo del hombre son los gorriones y cuenta por qué está disminuyendo notablemente su población. Para conocer más del tema, conectamos con Alberto Parada, biólogo y educador ambiental, que divulga en las redes sociales desde el canal Aventuras Barbudas. "30 millones de gorriones han desaparecido en 10 años", comenta.

ondacero.es

Madrid |

Asegura que es un hecho poco conocido que nosotros creamos a los gorriones tal y como los conocemos, son un producto de nuestra civilización. Han evolucionado para vivir junto a nosotros. No porque los hayamos criado, como hemos hecho con los perros, sino porque se han acostumbrado a aprovecharse de nosotros. Aprovechan nuestros restos, nuestros edificios para hacer sus nidos… Hasta el punto de que ya son diferentes que sus parientes salvajes.

Los gorriones "domésticos" viven necesariamente en las ciudades. Viven en los alrededores de la civilización, y eso incluye en las zonas rurales cerca de campos de cultivo, por ejemplo. Y precisamente eso tiene que ver con las diferencias que tienen con sus parientes salvajes: los gorriones domésticos tienen cráneos más fuertes, porque las semillas que nosotros cultivamos son más grandes que las salvajes. Y tienen genes que para digerir el almidón, que está por por todas partes en nuestra dieta. Porque ellos comen lo mismo que nosotros comemos.

Aunque, recalca que la palabra "extinguir" es muy drástica porque todavía tenemos muchos millones de gorriones, la palabra que usa la comunidad científica es que están "en declive". Ya que no tenemos tantos datos como nos gustaría, pero sobre todo en zonas urbanas las poblaciones están bajando muchísimo. En unas pocas ciudades de Europa han desaparecido totalmente.

¿A qué se debe esto? La sospecha es que se debe a un cambio en nuestros hábitos. Por ejemplo, que ahora hacemos casas con menos agujeros y no encuentran sitios para hacer sus nidos. O que sustituimos las plazas con jardines por plazas de cemento, donde no encuentran los insectos con los que dan de comer a sus crías. Ellos han evolucionado para vivir con la civilización, pero no necesariamente con esta civilización. De hecho se observa una tendencia curiosa: que los barrios pobres de las ciudades, con infraestructuras más antiguas, tienen más gorriones que los barrios ricos.