Analizamos que, al parecer, Plinio el Viejo acertó en una de sus ideas y es que hoy empezamos a tener muchas pruebas de que el Mediterráneo se secó y que luego volvió a "entrar el agua a mogollón", nos cuenta nuestro Aparici.
Resulta que en el Mediterráneo, el agua, se evapora más de la que le entra a través de los ríos y la lluvia. Si no tuviera esa conexión con el Atlántico la evaporación lo secaría casi por completo en apenas mil años.
Para profundizar sobre este tema hablamos con Daniel García Castellanos, investigador en el Institut de Ciències de la Terra Jaume Almera, y acaba de publicar un artículo sobre este asunto de la desecación del Mediterráneo y su posterior inundación.