HISTORIA DE BEATRIZ RAMOS

Dos hombres, que investigan un accidente de avión en Bolivia en 1985, encuentran sus restos

En 2016, Isaac y Dan decidieron investigar el accidente ocurrido el 1 de enero de 1985 cuando un avión de pasajeros chocó contra una montaña en Bolivia matando a las 29 personas que viajaban a bordo. Nunca se encontraron los cuerpos ni las cajas negras. A Dan se le ocurrió la idea un sábado por la tarde mientras navegaba por internet.

ondacero.es

Madrid |

Estaba buscando información sobre la investigación del avión de Malasia Airlines desaparecido y acabé en la Wikipedia descubriendo que la caja negra del avión de Bolivia no estaba en el mar sino en la cima de una montaña y le dice a Isaac: "vamos a buscarla". Después de contactar con expertos bolivianos, se pusieron en marcha. No sólo tuvieron que aclimatarse a los cambios de temperatura y a la falta de oxígeno por la altura sino que se encontraron con algunas dificultades que sin embargo no les impidieron llegar al lugar donde se estrelló el avión, y donde había objetos del accidente.Encontraron piezas de plástico, cables, ruedas y restos humanos

"Pensamos que lo mejor para los 6 restos diferentes que encontramos era enterrarlos y marcar el lugar con las coordenadas por si alguien quisiera ir a buscarlos después de nosotros" . Sin embargo, no había ninguna señal de las cajas negras. Ya sin tiempo, recogieron las piezas encontradas, algunos cables y un carrete de cinta magnética y volvieron a Boston, pensando que llevaban alguna grabación crucial. El organismo encargado de investigar los accidentes de avión, les dijo que necesitaban autorización de Bolivia para analizarlos.

"Después de muchos intentos, recibimos un email de las autoridades bolivianas para realizar la investigación". El pasado día 7, el organismo emitió un comunicado en el que aseguraba que la grabación encontrada por Dan e Isaac no era sino una cinta de una serie de televisión, por lo que el misterio sigue sin resolverse. Ambos esperan que otros sigan ahora sus pasos para poner fin a las teorías de la conspiración surgidas tras el siniestro.