HISTORIA DE BEATRIZ RAMOS

La conmovedora historia de dos deportistas que compartieron un solo corazón

El jugador de fútbol americano se llamaba Konrad Reuland. Practicaba su pasión en los Ravens de Baltimore y siempre había sido admirador de la estrella de béisbol llamada Rod Carew, al que conoció cuando tenía 10 años cuando disputaba un partido de baloncesto en el colegio. Hace dos años, Rod estaba a punto de iniciar un partido de golf cuando se desplomó de golpe.

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Madrid |

Rod cuenta que sufrió un ataque al corazón y este órgano junto con el riñón quedaron a la espera de un trasplante urgente. Y durante 15 meses estuvo esperando un milagro. Konrad mientras siguió creciendo y llegó con 29 años a las grandes ligas del fútbol americano, hasta que un día, en noviembre del año pasado sintió un fuerte dolor de cabeza mientras entrenaba en su casa y fue trasladado al hospital donde se quedó en muerte cerebral después de sufrir un aneurisma. Y su madre decidió que lo mejor era donar sus órganos de forma anónima.

Mery (su madre) pensó: quién quiera que reciba su corazón, más vale que se lo merezca. Y Rod recibió la llamada más importante de su vida. La operación supuso el primer caso en que una donación anónima se da entre dos personas que se habían conocido previamente y también la primera vez en Estados Unidos que un corazón va de un atleta profesional a otro.

La última vez que Mery escuchó el corazón de Konrad fue poco antes de morir su hijo...La siguiente fue cuando se acercó al pecho de Rod, después de su operación. Rod la anima a escuchar lo bien que suena su corazón y Mery le dice: es el de Konrad, tengo memorizado en mi cabeza su sonido al latir.