En 2002 viajó al espacio por primera vez. Y con los años ha seguido batiendo récords. En 2007, en su segundo viaje, se convirtió en la primera mujer comandante en la Estación espacial Internacional al mando de la Expedición 16. Tras pasar 377 días en el espacio y acumular casi 40 horas de caminata espacial obtuvo también el récord de haber sido la astronauta estadounidense con más permanencia allí. Y en su tercer viaje, además de cumplir 57 años, se convirtió en la mujer de mayor edad jamás enviada en misión espacial.
Dice que una de las cosas que más le ha fascinado siempre es vivir un poco fuera de su zona de confort, porque le ha llevado al siguiente paso, a uno con el que jamás había soñado y cree que todos somos capaces de ir un poco más allá. Se siente realizada en su profesión pero le gustaría ver cumplidas algunas metas de la NASA, como vivir en Marte.