“No puedo ocultar que fue muy difícil para mi familia. En esa época no estaba bien vista la unión de un hombre negro con una mujer blanca.” asegura Bernadette en declaraciones a la CNN.
Su vida era perfecta tanto dentro como fuera del campo, donde Jean Pierre triunfó en la selección francesa hasta que, en 1982, con 34 años, ingresó en un hospital para una operación de rodilla sin importancia y quedó en estado vegetativo. Ahora con 67, puede respirar sin ayuda de máquinas y tiene su propia habitación en su casa familiar de Nimes, al sur de Francia. Durante estos más de 30 años que ha permanecido sin hablar, caminar o moverse, Bernadette ha estado siempre a su lado .
"Es duro, estoy con él en todo momento, me levanto con él, le acuesto, le doy de beber y demás. Le cuido las 24 horas".
Lo viste, alimenta, baña, le da la vuelta en la cama para evitar las llagas y se quita horas de sueño para que él pueda descansar. Una muestra del gran vínculo que les une es que sus cuidadores dicen que cuando Bernadette pasa un día lejos de casa, notan que su estado de ánimo cambia. Por eso ella cree que su marido siente cosas e incluso reconoce el sonido de su voz. Con 72 años, no pierde la esperanza.
“A medida que pasa el tiempo me preocupo más, pero su estado no empeora y la medicina evoluciona, y podrían encontrar una solución, ¿por qué no?”