"Esa era mi salita y arriba estaba mi habitación", cuenta Joan señalando la que por entonces era su casa, "El basurero estaba allí", cuenta Ken, justo enfrente de la casa de ella, "Solía meterme y buscar comida". Ella le veía todos los días rebuscar entre los restos de un fish a chips enfrente de su casa. Y entonces comenzó a dejar sándwiches junto a una de las papeleras donde él solía buscar…
"Siempre miraba como si no viviera en la calle. Actuaba como un caballero", cuenta Joan, que dice que no era un mendigo como los demás, sino que iba siempre bien vestido, de color gris, con gabardina y que sólo bebía leche. Joan le contó la situación a su marido y le invitaron a comer. Y después a vivir con ellos. Los 3 compartieron sus vivencias durante años hasta que Norman, el marido de Joan, murió de un ataque al corazón. Joan se mantuvo al lado de Ken, al que no sólo ayudó a salir de la calle.
Las voces en mi cabeza me hubieran llevado al suicidio, dice Ken. A lo que Joan responde: Es adorable, cuando no se pone cascarrabias, apestoso u horrible, dice Joan. Pese a su extraordinaria amistad, no fue hasta el año pasado cuando ambos comenzaron a vivir juntos en la residencia donde Ken se había trasladado por su esquizofrenia. Y entonces decidieron casarse. Después de 40 años juntos, el sábado se dieron el sí quiero en un registro civil. "Simplemente estamos hechos el uno para el otro. No hay más", dice Joan.