Sara Iturbide nos cuenta, a través de la canción 'Cheek to cheek', la historia de Ella Fitzgerald y Louis Armstrong.
Ella Fitzgerald, la reina del jazz, soñaba en realidad con ser bailarina, no cantante. Con 19 años se presentó a una noche de aficionados en el teatro Apollo de Harlem, para bailar. Pero en mitad de su actuación empezaron a abuchearle y ella decidió dejar de bailar y ponerse a cantar, dejando a todos con la boca abierta. Y ahí empezó su carrera, que la convertiría en la primera mujer negra en ganar un premio Grammy.
Pero antes de todo esto, fue una adolescente problemática que acabó en un reformatorio. Al igual que Luis Armstrong. De hecho fue en el centro de menores (en el que entró con 9 años) donde Armstrong aprendió a tocar la corneta. Louis fue también una de las primeras celebridades en ser arrestada y encarcelada por posesión de drogas (de marihuana más concretamente).
Además se convirtió a sus 62 años en el músico de mayor edad en la historia de EEUU en tener una canción número uno, desplazando a dos canciones de The Beatles en su época de máximo apogeo.
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