"Fueron desfilando por allí, la noche del jueves, independentistas emocionados, con un nudo en la garganta al recordar cómo el furgón de los mossos tumbó a su colega el bolardo. Hasta siete u ocho flores le pusieron (tampoco se crea usted que se dejaron la nómina en la floristería, fue un homenaje austero, es decir, barato). A usted, que carece de sensibilidad por las heroicidades pilónicas, le puede parecer ridículo ponerle flores a un poste de hierro, pero eso es porque aún no sabe que, además, se equivocaron –-ahora sí le va a parecer ridículo--. Hay dos pilonas en la calle y fueron a ponerle las flores a la que no era. Dices: cincuenta por ciento de posibilidades de fallar, y fallan".