Esa misma situación es a la que se enfrentan las familias separadas por Trump y cuyos hijos se reparten en albergues de 17 estados diferentes. Yeni puede sentirse afortunada porque su historia llegó a oídos de Julie Schwietert, una escritora y madre también de tres hijos que lanzó una campaña en internet para intentar pagar los 7.500 dólares de su fianza.
Días después y con una mochila a cuestas, Yeni fue liberada y gracias a la ayuda de varios voluntarios que la fueron llevando de ciudad en ciudad en sus coches, consiguió llegar a Nueva York. Y lo hizo así porque la ley le impide subirse a un avión. Entre lágrimas y un gran despliegue de medios, Yeni explicaba así cómo se había reencontrado con sus hijos.
Yeni tendrá todavía que esperar 2 meses para poder estar definitivamente con sus hijos. Y es que a pesar de que ya hay en vigor una orden ejecutiva y federal para reunir en menos de 30 días a las 2.000 familias afectadas por la tolerancia cero, la mayoría de ellas siguen separadas.