La voz que escuchamos es la de Lupita Palacios protagonista en las últimas semanas después de haber superado la primaria a sus 96 años de vida. La historia de cómo y por qué se le ocurrió hacerlo la cuenta ella misma.
6 meses ha tardado en cursar estos estudios y por fin entender qué significaban todas esas líneas que veía en libros y periódicos. Su caso es el de tantas otras personas de origen humilde nacidos en otra época en la que no se valoraba tanto la formación escolar. Lupita era la mayor de 5 hermanos a los que tuvo a su cargo desde muy pequeña, su padre le dijo hace casi 100 años que la escuela era una pérdida de tiempo y lo cierto es que por aquel entonces a ella le gustaba más estar en la calle jugando. El resto de su vida lo dedicó a vender pollos en un mercado aunque para ese trabajo también necesitó la ayuda de una amiga.
La escuela de la vida enseñó a Lupita lo que de niña no pudo a aprender en el colegio. Hoy es una anciana de casi 100 años y su objetivo es seguir estudiando para sacarse la secundaria.