Madrid |
Esto mismo se preguntan a diario los familiares de las 40.180 personas registradas como desaparecidas en México. Entre los miles de casos denunciados hay uno que acaparó especialmente la atención internacional porque que enseñó al mundo lo fácil que es desaparecer personas en México: la desaparición de los 43 estudiantes de Iguala.
Una tragedia de la que se cumple, justo dentro de 1 mes, el quinto aniversario sin que hasta ahora haya condenados o respuestas claras sobre lo ocurrido. Sin embargo, Vidulfo Rosales, abogado y portavoz de los familiares de los estudiantes desaparecidos, confiesa a Onda Cero que con el nuevo gobierno parece que las cosas han cambiado.
Históricamente, el estado mexicano ha dejado desamparada a la población ante los secuestros. Esto es algo que conocen muy bien las integrantes de Colectivo Solecito, una asociación de madres de desaparecidos que encontraron, gracias a un mapa que recibieron de forma anónima, la fosa clandestina más grande del continente con más de 14.000 restos óseos. Esta pasada semana, dieron por terminado su trabajo en ese lugar, una tarea que describe en declaraciones a Onda Cero su portavoz, Lucia de los Ángeles.
Lucía busca a su hijo desde hace más de 6 años pero todavía se refiere a él en presente. Sabe que las pistas para encontrarlo se enfrían con el tiempo pero no pierde la esperanza. En México se calcula que hay 1.100 fosas como la descubierta por Solecito pero las autoridades siguen sin destinar fondos para investigarlo, siendo tantas, ¿por donde empezar?. Antes que eso deben poner nombre y apellidos a los 26 mil cadáveres que hay en lista de espera para ser identificados.
La situación es tan dramática que probablemente, si usted ha escuchado esta edición de Más de Uno desde su arranque, en ese tiempo, de acuerdo a la media, haya desaparecido una persona más en México.