EL DOLOR CRÓNICO

El dolor crónico: cómo se diagnostica este dolor paralizante que dura de por vida

En 'Más de uno' hablamos con David González y María Manuela Moreno, dos pacientes que sufren dolor crónico, y con la doctora que les ha tratado y diagnosticado a ambos, María Madariaga, coordinadora de la Unidad del Dolor en el Hospital Universitario Infanta Sofía.

ondacero.es

Madrid | 14.10.2021 12:57 (Publicado 14.10.2021 12:54)

El próximo domingo, 17 de octubre se celebra el Día Mundial del Dolor, algo que afecta -y en no pocas ocasiones- de forma grave, incluso discapacitante a muchísimas más personas de las que imaginamos. En nuestro país, más de siete millones de españoles mayores de 16 años sufren dolor crónico, el 17% de la población. Para intentar comprender cómo es el día a día de los pacientes de este dolor crónico que destroza tanto física como psicológicamente, en 'Más de uno' hablamos con David González, de 24 años, y María Manuela Moreno, de 74.

Neuralgia del trigémino o "la enfermedad del suicida"

Cuando tenía 20 años, David empezó a tener una especie de dolor de muelas, pero por encima de la encía y que repercutía en el oído. Al ser un dolor focalizado en la boca, el dentista pensó que sería problema de la muela del juicio y decidió extraerla. "Al hacer la extracción de la muela me agravó la enfermedad porque tocaron el nervio trigémino", explica David sobre este nervio que recorre el rostro. Lo peculiar de esta enfermedad -llamada neuralgia del trigémino- es que son crisis provocadas, por ejemplo, por la exposición durante mucho tiempo a luces o ruidos fuertes.

El dolor crónico que sufre David es de por vida y no tiene tratamiento. Lo único que los médicos pueden ofrecerle es intentar paliar el dolor cuando sufre una crisis mediante la morfina y la ketamina. "También se conoce como 'La enfermedad del suicida' porque la gente que lo padece prefiere morirse antes que aguantar otra crisis", sostiene.

Radiculitis, inflamación en todos los músculos del cuerpo

Por otro lado, la historia del dolor crónico de María empieza después de su tercer embarazo; "me dolía todo", recuerda. Cuando se lo diagnosticaron, hace 45 años, los doctores le daban antiinflamatorios y relajantes musculares para aguantar el dolor, "pero eso no me paliaba nada, eso creaba adición".

Su traumatólogo le trataba la zona afectada a base de infiltraciones hasta que le derivó a la Unidad del Dolor, donde fue tratada por María Madariaga, quien se interesó por su caso y le dio un diagnóstico: María tenía radiculitis, una inflamación en todos los músculos y puntas nerviosas. Finalmente, María estuvo cuatro horas diarias durante una semana inyectándose lidocaína y sueros, el tratamiento que le ofreció la doctora Madariaga. Desde aquella vez, María ha tenido varias citas, pero "ahora mi vida ha cambiado", dice.

"Hay que ser de piedra para poder soportar ese dolor"

La doctora Madariaga explica en qué consiste la Unidad del Dolor, fundamental para encontrar un diagnóstico para los pacientes. Sobre el dolor "tan brutal y salvaje" que sufren, María insiste en que "hay que ser de piedra para poder soportarlo y entenderlo". En el caso de David, prácticamente le tuvieron que inducir un coma para intentar paliar el dolor.

Según una encuesta realizada por la Sociedad Española del Dolor y la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, el perfil medio de los pacientes con dolor crónico son mujeres en un 88% con una edad media de 46 años.

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