Boadella explica en Más de uno que el nuevo arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, cuando era cura en Jafre ponía la estelada colgada del campanario y que tras sus protestas les dijo, "que aquello era voluntad del pueblo y que si no me gustaba el pueblo que me fuese a otro" y considera que no era un acto de paz, sino de guerra. Por lo que se sorprende que le hayan nombrado arzobispo, "desde el punto de vista político les conviene poner en una sede tan importante como la de tarragona un arzobispo de tendencias separatistas".
Por otro lado, comenta que siempre le "pareció un hombre de no muchas luces desde el punto de vista intelectual, sus homilías eran patéticas".