Una de las imágenes más impactantes que ha dejado la borrasca Filomena ha sido la de profesionales médicos teniendo que desplazarse a pie hasta sus centros de trabajo o, incluso, hasta domicilios de pacientes para poder atenderlos debido a la imposibilidad de acudir en otro tipo de transporte por el estado de las carreteras.
Una de ellas es Ana Moreno, enfermera de hospitalización a domicilio en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, que debe acudir a las casas de los pacientes que no pueden desplazarse hasta el centro médico.
Ana explica que normalmente acuden en taxi, pero que ayer, debido a la situación, tuvieron que ir en Metro y, sobre todo, andando: "Ha sido muy difícil; ayer hicimos 10 kilómetros porque, en algunos casos, desde el Metro hasta la casa de los pacientes hay que caminar muchísimo y, aparte de la situación de la nieve, llevábamos una mochila con todos los materiales necesarios por si necesitábamos atenderles para cualquier cosa, una analítica, por ejemplo".
Asegura que si ayer ya fue difícil desplazarse, hoy lo será más porque la situación de la nieve convertida en hielo lo empeora: "Tendremos que ir con muchísimo cuidado". Asimismo, afirma que el primer día de la borrasca, los pacientes no les esperaban debido a la situación, "pero teníamos que ir sí o sí porque hay algunos que, por ejemplo, necesitan tratamiento intravenoso todos los días. Cuando llegábamos se sorprendían porque no nos esperaban".
