La acería vasca Sidenor se ha visto obligada a parar la producción de su planta principal de Basauri (Bizkaia) de forma intermitente hasta Navidades ante el "desorbitado" precio que paga por la electricidad necesaria para llevar a cabo sus procesos de fabricación, que en el último año se ha incrementado en más de un 300 %. Al encarecimiento del precio de la energía también se le ha sumado el encarecimiento de las materias primas debido a la escasez de oferta y el retraso en la llegada de materiales.
La Consejera de desarrollo económico del Gobierno Vasco, Arantza Tapia, denuncia el grave problemaal que se enfrenta la industria como consecuencia de la subida del precio de la electricidad. "En el caso de Euskadi tenemos muchas industrias electro intensivas, grandes consumidoras de gas y electricidad, que se ven abocadas a tomar este tipo de decisiones", sostiene.
Medidas del Gobierno vasco: eficiencia energética e impulso de las renovables
Tapia explica que el Gobierno vasco siempre ha considerado que "la política energética tiene que tener una política industrial muy relevante", algo que no ha sido considerado por el Gobierno central. Por el momento, el Gobierno de Euskadi está poniendo en marcha medidas en relación a la eficiencia energética y a un mayor uso de la energía renovable.
Necesaria la colaboración de la Unión Europea
La consejera explica que lleva años trabajando junto al Gobierno en medidas para la competitividad de la industria vasca, "pero en este momento no sólo nosotros tenemos que trabajar, tenemos que involucrar también a la Unión Europea", reclama sobre la necesidad de reserva de gas debido al aumento de la demanda de energía.
A todo ello, se le suma el compromiso de la Unión Europea de ser "neutros en emisiones de carbono" en el 2050. "Esto supone una tensión adicional en el sistema que hay que abordar de forma planificada", considera Tapia. Por este motivo, "ahora nos toca sentarnos todos para trabajar de una forma más intensa", incluidas las empresas eléctricas que tienen que hacer contratos a largo plazo que eviten las subidas y bajadas de los precios día a día.
En definitiva, Tapia insiste en que "de una vez por todas" hay que pensar "que la política energética es una parte sustancial de la política industrial", por lo tanto, es fundamental que la política energética sea estable a largo plazo.
