Garzón ha afirmado que el libro muestra su paso por la Audiencia Nacional, desde 1988 hasta 2002, tiempo en el que ha tenido "muchas experiencias, momentos gratos e ingratos" y es un reflejo de la "complejidad de lo que significa un trabajo" allí, "cuando te tienes que enfrentar a hechos como el terrorismo o la corrupción".
Sobre el presunto cabecilla de la 'trama Gürtel', Francisco Correa, explica que cuando él le interrogó "era bastante tímido, aunque muy locuaz en sus intervenciones, pero delante del juez no lo fue tanto". Afirma que no sabe si Correa colaborará o no, pero que si lo hiciera "sería un gran servicio" el que prestaría, "depende de lo que él crea que puede conseguir".
Respecto a la sentencia del Tribunal Supremo que le condenó a 11 años de inhabilitación y le expulsó de la carrera judicial, Garzón asegura que "el procedimiento pasó por cinco jueces de instrucción, cuatro tribunales y la Audiencia Nacional dictó una resolución sobre que las intervenciones telefónicas eran correctas".
"Lo mismo que hice yo lo hicieron otros jueces en España, como el de Marta del Castillo, y nunca nadie les molestó", afirma. No obstante, matiza que con sus declaraciones "no critico a la Audiencia Nacional ni al Tribunal Supremo, sino a ciertos jueces en ciertos momentos".