La decisión del Tribunal Supremo de abrir causa al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, es el último capítulo de una historia que comenzó el pasado mes de enero con otro protagonista, cuando Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, admitió un fraude a Hacienda para evitar ir a juicio.
Cinco magistrados de la Sala de lo Penal han visto indicios de revelación de secretos en el fiscal general y en la fiscal jefa de Madrid, Pilar Rodríguez, en relación a la difusión de datos sobre esta investigación por presunto fraude del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, que García Ortiz siempre ha enmarcado en el deber del ministerio público de informar y de desmentir "bulos".
García Ortiz se esconde detrás de la Fiscalía
Salvador Viada, fiscal del Tribunal Supremo, pertenece a la Asociación Independiente de fiscales que propugna la independencia de la Fiscalía, precisamente para se eviten situaciones como lo que está sucediendo con la imputación del fiscal general, García Ortiz.
Una vez llegado a este momento procesal -con el fiscal general en puertas de una imputación, la primera vez que se produce en España-, Viada considera que García Ortiz debería dar explicaciones al respecto, puesto que tiene "enormes poderes" en la administración de Justicia.
Asimismo, preside una institución que "debe regirse por la ejemplaridad" y por unos códigos como el honor o el agradecimiento al puesto que ocupa, por lo que debería actuar en consecuencia. En este sentido, Viada critica que García Ortiz "se esconde detrás de la institución" como responsable de la difusión del comunicado de la Fiscalía.
El fiscal general del Estado tiene que dimitir
A García Ortiz se le investiga por un delito de revelación de secretos que puede suponer para él, no solo perder la condición de fiscal general del Estado, sino perder la carrera.
"Es un delito goloso, castigado con prisión, y que si se demostrara, es realmente afrentoso para un fiscal", pues estamos hablando a una persona ligada a una rival política del gobierno que le nombra, apunta Viada, mientras critica el "modelo bananero de la Fiscalía", algo que no comparte.
Por todo esto, Viada es tajante sobre el futuro de García Ortiz y opina que "el fiscal general del Estado tiene que dimitir".
El argumento de García Ortiz es "pura pose"
Esta mañana se reúne la Junta de Fiscales, la cúpula Fiscal, convocada por el Fiscal general tras conocerse su imputación. Se espera que en esta reunión el fiscal general encuentre apoyos porque la asociación mayoritaria es la Unión Progresista de Fiscales, de la que García Ortiz fue presidente.
Estos dieciséis fiscales de sala no votarán nada, porque García Ortiz se limitará a comunicar su decisión de quedarse en el puesto a pesar de la presión para que dimita.
Salvador Viada, que lleva años trabajando con García Ortiz en el Consejo Fiscal, explica que esta reunión "es pura pose" y critica que el fiscal general, a la hora de hacer nombramientos, no se rige por mérito y capacidad, sino que tiene en cuenta otros criterios como las necesidades institucionales y "ciertos equilibrios que debe evitar que se rompan".
El desconocimiento de los criterios se traduce en que García Ortiz "hace lo que quiere", a pesar de defender en su discurso que "hay que delegar".
La Fiscalía se desvirtúa con estos escándalos
Sobre todo este asunto, Viada considera que "no hay que hacer mucho caso a García Ortiz porque se está defendiendo y tiene derecho a defenderse", pero no utilizando a la Fiscalía.
Esta institución no debería suscitar ningún tipo de sospecha sobre su comportamiento, debe ser vista por los ciudadanos como "una Fiscalía que persigue igual a un bando político que a otro" o que investiga a todas las personas por igual, sin hacer distinciones.
Sin embargo, "esta imagen no se está dando. Al revés, se está fomentando lo contrario", critica. Por ello, el fiscal del Supremo insta al fiscal general del Estado a dejar su puesto al frente de la Fiscalía.
Vídeo de la entrevista
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