Antón Álvarez -antes C.Tangana, el Madrileño, Pucho o Crema- aprende por intuición. Su identidad como artista la demuestra al cambiar su exitosa carrera como músico para dedicarse al cine. A pesar de que no tiene claro cuáles serán sus siguientes pasos, asegura que trata de acertar bien con lo que hace.
"Cuando estoy dentro del estudio hago lo que amo, lo que me apasiona", cuenta el artista en 'Más de uno'. Una vez logrado eso, reflexiona sobre las mejores maneras de comunicar esa pasión.
Su primera película como productor y director
'La guitarra flamenca de Yerai Cortés' es su primera película como productor y director, por lo que le ha servido como un máster en el que se ha metido hasta el final en casi todas las facetas.
Para su productora, 'Little Spain', también ha servido para aprender cómo hacer películas de forma alternativa, pues acordaban grabar escenas de un día a otro, de forma improvisada y muy intuitiva. "Ha sido un poco frustrante a veces, pero una forma muy bonita como de aprender con las manos en la masa", dice.
Al respecto de su futuro, Antón recuerda una reflexión con la que solía bromear con sus amigos: "de los 20 a los 30 puedes ser un rockstar, de los 30 a los 40 puedes poner la cara y meterte en el cine y actuar. De los 40 a 50 aprender a dirigir, y a partir de los 50, una casa en la playa y dedicarte a escribir". El problema es que C.Tangana se ha saltado una fase, la de actor.
En su gira de El Madrileño el escenario era un pequeño teatro
En sus conciertos en directo con 'El Madrileño' destacaba, entre otras cosas, la cuidada puesta en escena. El escenario se convertía entonces en un pequeño teatro donde se trabajaba toda la narrativa.
"Me sirvió mucho el show para aprender mucho de fotografía y del ritmo narrativo que tiene la pantalla, que es muy distinto del que tiene la música", cuenta.
La guitarra como excusa para entrar en la vida de Yerai Cortés
En 'La guitarra flamenca de Yerai Cortés' hay claras influencias de Carlos Saura, pero han tratado de hacer una especie de continuación. "Hemos intentado estar a la altura del maestro, pero sacando el flamenco de la escena, bajarlo del teatro y verlo en un mundo más natural".
En la película -que podría parecer el biopic de Yerai Cortés- "la guitarra es una excusa para acceder a un mundo, que es la familia de Yerai", explica. A partir de ahí, hay una serie de "dolores familiares", secretos y conversaciones pendientes que se van resolviendo.
La importancia del sonido en la película
El film es, sobre todo, emocional, enfocado en las historias. Sin embargo, la música -y en concreto el sonido-, tiene un enorme peso. Con las actuaciones flamencas se han "estrujado el cerebro" para que "la experiencia en el cine sea muy especial".
"El sonido lo hemos grabado de una forma que jamás en mi vida me habría imaginado porque es al contrario de cómo se hace en un estudio", cuenta Antón. Así, en lugar de asegurarse de que todo se oye a la perfección, "hemos tratado de imitar cómo lo escucharías si estuvieras allí, en el lugar de la grabación".
Para lograr este efecto tuvieron que poner dos micrófonos en la cámara, de forma que tenían de referencia todo el rato del punto de vista de la cámara. Casi todos los momentos musicales son en plano secuencia, por lo que no se corta el plano. Entonces, "si tú te giras hacia la guitarra, la voz, que estaba antes delante, pasa hacia atrás y cuando vas a la voz, la guitarra también se va atrás", explica con detalle.
Todo ello, mezclado con el ritmo de varias personas haciendo percusión y con la reverberación de la sala, genera una sensación profunda de estar dentro de la película.
Atrae a todo tipo de público
La crítica ha recibido muy bien la película. De hecho, ha obtenido dos nominaciones a los Premios Goya, que se entregan el próximo sábado, 8 de febrero, en Granada: a la Mejor película documental y a la Mejor canción original por 'Los Almendros'.
Sin embargo, lo que realmente importa a Antón es su capacidad de atraer a todo tipo de público, algo que ya ocurría con El Madrileño por la fusión de músicas, ideas, imágenes y plástica.
"Con la peli está pasando algo parecido", asegura mientras recuerda a una familia completa que fue a ver 'La guitarra flamenca de Yerai Cortés' en Sevilla. "Estamos juntando a España aquí, esto no lo consigue nadie ya", bromea.