Carlos afirma que escribir para él es terapéutico y al ser preguntado por cómo se supera la pérdida de un hijo, Fresneda reconoce que para él y para su mujer, Isabel Carrasco, exteriorizar el dolor y escribir el libro ha sido muy importante para sobrellevar la pérdida de su hijo.
Isabel cuenta que su hijo no compartía con ellos su afición con el grafiti y asegura que "ahora entienden mucho mejor lo que hacen los grafiteros, ya que antes no compartían con su hijo que hiciera grafitis". Sobre cómo se consigue llevar una vida normal, después de este hecho tan traumático, Isabel reconoce que "poco a poco" y cree que "cada uno lo hace de un modo diferente". "Al principio nos daban ganas de echarle la culpa a Londres, pero luego te das cuenta que la ciudad no tiene la culpa", confiesa Isabel.