Ha actuado en mil cosas. Ha sido Elena de Troya, Aída, la Reina de Tebas, incluso una tortuga de Darwin. Y, desde este próximo viernes, será también Teresa, una adicta a la mortadela a la que le van a suceder cosas en un viaje entre Burgos y Nueva York con su pareja de toda la vida, en la nueva película de Juan Cabestany. La actriz Carmen Machi presenta 'Un efecto óptico' y hablamos con ella en Más de uno sobre su familia de artistas, la rareza de este nuevo filme y su pasión por el teatro.
Carmen Machi explica que hay algo en sus genes sicilianos que ha atraído a su familia siempre hacia lo artístico. A pesar de que ella es la única actriz de la familia –aunque dice que su tía Marisa apunta a maneras–, sus cuatro hermanos y la familia por parte de padre son músicos. "La primera vez que fui a Palermo tuve unas sensaciones extrañísimas, como si me estuviera reencarnando en algo. Tengo alma siciliana y una energía muy de allí", asegura la actriz.
Una película desconcertante
Sobre su papel protagonista en la nueva comedia de Juan Cavestany, explica que la película es inexplicable y rara, algo que cree que al espectador "le va a flipar mucho" porque te rompe los esquemas de lo que crees que va a pasar a continuación. "Te genera una sensación de desconcierto, que es la misma que tienen los personajes", admite, y añade que toda esta situación resulta muy divertida, aunque considera que no lo hizo con esa intención.
"En la película hay algo de la extrañeza de la vida, de la inquietud y de la incertidumbre, que también tiene que ver con cómo se vive", señala, aunque puntualiza diciendo que es "una película muy desconcertante y no tienes por qué entenderla, sino disfrutarla". "Es muy Juan Cavestany", afirma. Cuenta que el rodaje tuvo lugar justo antes de la pandemia y que el director "tuvo que montarla durante la pandemia y yo creo que algo se dejó influir, porque parece puramente rodada en la pandemia".
Respecto a la pareja protagonista, que encarna junto a Pepón Nieto, Machi explica que muestra un poco "esa convivencia que hay después de muchos años compartiendo tu vida con alguien, cuando has tenido hijos y estos se van y no sabes qué hacer cuando os quedáis solos". "Se dan cuenta de que no saben viajar juntos", comenta, y añade que tienen unas conversaciones muy superfluas porque tampoco saben hablar ya entre sí, porque eso es algo de la etapa del enamoramiento. Además, destaca que la música es un elemento importantísimo, que actúa como un personaje más y que acompaña a los dos personajes cuando las palabras sobran, como si la banda sonora de la película fuera la de sus propias vidas.
En los rodajes "muchas veces te mueres antes de nacer"
Al ser preguntada por la dificultad de ponerse en la piel de un personaje que cuyas situaciones van variando tanto a lo largo de la película, explica que no es un lío porque "normalmente los rodajes son así, el seguimiento de la película nunca es cronológico". Explica que las secuencias se graban siempre desordenadas y que "este tipo de rompecabezas que tienes que ir armándote tú para que tenga coherencia emocional es una de las complicaciones de hacer cine". "Muchas veces te mueres antes de nacer", afirma. También añade que en estas películas no te puedes hacer un pensamiento de cómo es el arco de un personaje, "aquí era Juan el que mandaba y decía lo que era y punto y tú tenías que limitarte a creerle y tener fe ciega en él".
El teatro como manera de vivir
Carmen Machi declara que el teatro se ha convertido en su manera de vivir, algo que forma parte de ella desde toda mi vida. Aunque niega que esperara conseguir vivir de ello porque siempre lo vio como "un juego", también asegura que se trata de algo "muy poderoso que me quita el cansancio y me da alegría". "Consigue estar en primer lugar de muchas cosas porque es algo tremendamente mágico", explica. Además, admite que la sinergia que hay en un espacio cerrado entre actores y espectadores no se puede describir, "es algo que se siente", concluye.