Considerada durante muchos años la peor asesina en serie de Australia, Kathleen Folbigg, ha sido indultada esta madrugada tras pasar 20 años en la cárcel. La mujer estaba acusada de matar a sus cuatro bebés, que murieron uno tras otro de muerte súbita.
Fue injustamente condenada. Su caso se revisó tras una investigación coordinada por una científica española, Carola García de Vinuesa que vinculó las muertes a una posible mutación genética.
La investigación de la científica Carola García Vinuesa logró establecer una "duda razonable" sobre las condenas al sugerir que las muerte de sus hijos están ligadas a raras anormalidades congénitas.
La mujer siempre alegó que nunca había hecho nada a sus hijos y hace dos años llegó un planteamiento distinto del caso gracias a un equipo científico que dijo que analizando la genética de los bebés había una mutación genética "letal" que podía ser el origen de los fallecimientos.
"Los bebés no tenían patologías normales"
La científica española explica en 'Más de uno' cómo ha recibido la noticia de que Kathleen Folbigg ha sido puesta en libertad. Dice que está "muy contenta y muy aliviada".
Sobre cómo llegó a conocer el asunto e implicarse en el caso, Carola García de Vinuesa, dice que por la llamada de un alumno sobre la posibilidad de que hubiera relación entre la muerte de esos bebés y una causa genética.
cuando vi los informes médicos de los bebés ya había indicios de que las muertes habían sido naturales
"Nunca había oído hablar del caso pero cuando vi los informes médicos de los bebés ya había indicios de que las muertes habían sido naturales: un bebé tenía epilepsia, otro una miocarditis en autopsia... son cosas que no son unas patologías normales", explica la científica española.
Carola García de Vinuesa explica que los dos niños tenían una misma mutación genética y las dos niñas otra.