El periodista, corresponsal de guerra y escritor Antonio Pampliega presenta en 'Más de uno' su último libro, 'El último hombre', se trata de un 'true crime' en el que relata el asesinato de Tomás Martínez Negro en Mejorada del Campo y de las torturas que sufrió por parte de los republicanos durante los primeros meses de la Guerra Civil. Asimismo, se incorpora a la conversación la nieta de Tomás, Clara Martínez.
Pampliega asegura que comenzó a escribir esta historia cuando, casi por casualidad, se enteró que su tío abuelo, Gregorio Pampliega, había sido uno de los autores de las torturas a Tomás Martínez, director de la banda de música, profesor y el sacristán de Mejorada del Campo. "Estas cosas habría que contarlas, porque me parece curioso que esta historia de Mejorada o no se sepa o no se quiera contar", explica el escritor.
Además, el periodista asegura que en ningún momento pensó en callárselo, "yo iba a ir con la verdad por delante, es lo que pasó son los hechos contados y he intentando ser lo más aséptico posible".
Por su parte, Clara Martínez reconoce que no siente ningún rencor porque en su casa no les han transmitido ese odio, "si mi padre y la tía Isa les han perdonado y rezaban por ellos, nosotros no vamos a levantar ampollas", apunta.Además, se congratula de que Antonio Pampliega haya contado la historia de su abuelo estando su familia implicada, "me parece súper valiente por su parte haber investigado porque a nadie le gusta tener nada que ver con una cosa tan desagradable y tan horrible", dice.
Mejorada del Campo era un pueblo de 1.200 habitantes que cayó en zona republicana durante la Guerra Civil. "Desde el principio se hizo un Comité revolucionario con partidos de izquierdas y sindicatos", comenta Pampliega, que lo primero que hicieron fue asaltar los terrenos y propiedades de la marquesa de Hinojares y después "coger a todos los mozos para ir ala sierra de Madrid a impedir que las columnas del general Mola entrasen en la capital y cortasen el agua".
Mientras que el resto se quedaron en el pueblo "intentando poner una especie de ley", que no es muy efectiva "cuando llevas pistolas", sostiene el escritor. "Convirtieron Mejorada en el salvaje oeste", dice.
Además, recuerda que "El Campesino fue a buscar más personas de derechas para llevárselas por delante y los mejoreños se pusieron enfrente de él y dijeron "aquí no se fusila a nadie"". Consiguieron salvar la vida del cura, "pero se llevaron por delante a Tomás", señala.
A Tomás Martínez Negro se lo llevaron los republicanos de madrugada de su casa, siendo el principal motivo que no era del pueblo y sus creencias religiosas. Asimismo, lamenta las torturas que le hicieron durante los tres meses posteriores al inicio de la guerra. "En la plaza del pueblo hacían un corrillo todos los del comité, metían al Tomás y Eladio (el coleta), con su capote y su estoque, le daba pases de pecho, hasta que le mataba con el estoque. Eso sufrió el abuelo del clara", declara el periodista.