En los últimos meses, sobre todo durante los peores momentos de confinamiento, hemos sido testigos de cómo las redes nos han servido para trabajar, estudiar, quedar con amigos e incluso tomar las uvas con la familia a través de videollamadas.
Si algo positivo ha tenido la pandemia ha sido para comprobar que en España el sector de las telecomunicaciones "han estado a la altura de la situación" y ha demostrado la "excelencia" de sus redes, explica en 'Más de uno' Diego Martínez, director general de Orange.
¿Qué va a suponer la llegada del 5G?
El 5G garantiza innumerables ventajas tanto para empresas como para particulares. En concreto, se trata de una tecnología de enorme velocidad, que casi multiplica por diez el 4G, y disminuye mucho la latencia, pues se trabaja con latencias de un milisegundo. En definitiva, "el 5G es como llevar una fibra de bolsillo", lo que proporciona el acceso a servicios totalmente innovadores.
Entre las futuras innovaciones, Martínez asegura que podremos ver desde nuestra casa la perspectiva que tiene un árbitro o portero durante un partido de fútbol, o iremos al cine "a vivir una película", porque el espectador interactuará con la película a través del móvil eligiendo diálogos o finales.
El futuro de Orange
Para una empresa como Orange, "la recuperación pasa por la digitalización de la sociedad". Con el 5G y las nuevas tecnologías -la robotización, la inteligencia artificial o el Big Data- las empresas son mucho más competitivas, más productivas y "esto contribuye a la recuperación del país".
Orange, como segundo operador en el sector de las telecomunicaciones, invierte cada año mil millones de euros en desplegar redes por España. No sólo invierte en 5G, donde Orange llega al 50% de cobertura de población y espera que en el 2022 llegue a un 90%, sino que también invierte en fibra de última generación que llega ya a 16 millones de hogares españoles.
La conectividad en la España vacía
También, otro de los objetivos es que la capacidad de conexión se extienda a todos los rincones de España, incluidos aquellas zonas dentro de la denominada 'España vacía o vaciada'. Martínez confía en que parte del dinero de los fondos europeos acompañen al esfuerzo de conectividad que hacen las operadoras, especialmente en las zonas de más difícil accesibilidad y menos rentables porque "es básico que esta revolución digital no deje nadie atrás".
