Madrid acoge esta semana la cumbre de la OTAN, reunión anual marcada este año por la inestabilidad política y económica debido a la guerra en Ucrania. Para celebrarse esta cumbre en la capital, que reunirá entre hoy y mañana a más 40 delegaciones con 5.000 invitados, España ha tenido que pasar por un proceso de presentación de candidatura, negociación diplomática, logística, acuerdo de documentos, etc.
El embajador de España ante la OTAN, Miguel Ángel Fernández-Palacios, explica en 'Más de uno' que, junto con España, había otros cinco países interesados en celebrar la cumbre en sus territorios, por lo que "tenemos que estar, como españoles, muy orgullosos de estar hoy aquí".
España, un aliado comprometido
Por parte del resto de países miembros "nos ven como un aliado muy comprometido", pues España lo ha demostrado con el despliegue de sus tropas en Lituania, Letonia, Irak e incluso los primeros aviones desplegados en Bulgaria al inicio de la invasión de Rusia a Ucrania para proteger su espacio aéreo fueron aviones españoles, recuerda Fernández-Palacios. "No hay ni una sola operación de la OTAN donde no haya un soldado español", asegura el embajador español.
No hay ni una sola operación de la OTAN donde no haya un soldado español
Asimismo, se ve a España como el 'bridge builder', "el que hace puente porque nos sentimos muy cómodos siendo profundamente europeos y profundamente aliados", por lo que muchos países acuden a España para tenerla de interlocutora.
Decisiva interlocución con Turquía
En tercer lugar, "tenemos una interlocución muy importante con Turquía", explica Fernández-Palacios, lo cual fue decisivo para que Erdogán levantase el veto a Suecia y Finlandia para su adhesión a la OTAN, el primer fruto relevante de esta cumbre de Madrid 2022.
Negociar para llegar a acuerdos
La negociación es fundamental para que se llegue a acuerdos entre los 30 países miembros de la OTAN, cuyos intereses en ocasiones están enfrentados.
"Hay una gran cultura del consenso y de llegar a acuerdos, la organización se basa en eso", dice el embajador que lleva cuatro años sentado en el Consejo Atlántico.