Los ocho presidentes autonómicos reunidos ayer en la 'Cumbre de Santiago de Compostela' reclamaron un modelo de financiación autonómica que subsane las deficiencias del actual sistema de reparto entre los distintos territorios y que garantice la calidad de los servicios públicos en la España rural y despoblada.
Nuevo modelo de financiación autonómica
Entre los asistentes y firmantes de la declaración estaba el presidente de Castilla - La Mancha, Emiliano García-Page, que defiende un cambio de modelo que aporte una solución a medio y largo plazo. Para ello, sus exigencias pasan por fijar unos criterios más estables que no obliguen a revisar el modelo cada cinco años, algo que tenía sentido durante la transferencia de competencias a las autonomías.
En definitiva, el objetivo de estas autonomías es "que se pueda garantizar realmente la igualdad de los servicios públicos y la financiación del coste efectivo de la sanidad, educación, dependencia y prestaciones sociales", lo cual supone el 90% del gasto autonómico.
Críticas a las embajadas catalanas
Por otro lado, se pretende establecer una financiación diferente entre los servicios básicos para la ciudadanía y aquellos que son secundarios o accesorios. "A quien le da por tener embajadas por el mundo y pagarse servicios exteriores, considero que es un capricho que se debería pagar con sus propios impuestos, no del resto", critica haciendo alusión al Gobierno de Cataluña.
"No es bueno el nivel de fragmentación parlamentaria al que hemos llegado"
La reunión de ayer también supuso una forma de ganar el discurso y marcar terreno respecto a las nuevas plataformas que están surgiendo en algunas provincias de la España vaciada, a las que las encuestas les dan un alto porcentaje de votos en las próximas elecciones.
García-Page critica que está quedando "un populismo territorial" que está induciendo a que nuevos partidos intenten llegar al Congreso para "sacar tajada". "Eso no es bueno porque el modelo constitucional español ya prevé una amplia representación, pero no preveía el nivel de fragmentación al que hemos llegado", sostiene el presidente manchego sobre la dificultad de llegar a amplias mayorías y consensos.
Inmersión lingüística en Cataluña
En relación a la sentencia del Tribunal Supremo que tumba la inmersión lingüística en Cataluña y obliga a dar, al menos, un 25% de las clases en castellano, Page insiste en que "las leyes hay que cumplirlas" y considera que "no le están haciendo un favor al catalán al usarlo como arma arrojadiza". Así, continúa criticando que el independentismo utilice el catalán como "un elemento de ataque al idioma español".
Paralización de la Ley de Memoria Democrática
El Gobierno ha decidido no seguir adelante con la creación de la Ley de Memoria Democrática debido a la falta de apoyos parlamentarios. En su opinión, "la historia no la fijan las leyes", y, por tanto, considerar esto es "un error de fondo porque hoy hay una mayoría parlamentaria que dice que lo que pasó fue esto, pero mañana puede cambiar la mayoría y cambiar la historia".
Otra cosa, a su juicio, es intentar paliar las consecuencias negativas de la dictadura, pero "en ningún caso se puede intentar que todo el mundo comulgue con tu visión de la historia".