Andrea comenta que no ha podido ir a trabajar, ya que "todo está muy imposible y los accesos están muy complicadas". Sin embargo, explica que ha encontrado en sus jefes compresión, aunque tiene claro que "intentará cumplir sus obligaciones".
Por otro lado, hablamos con Nati, una española que lleva más de cuarenta años viviendo en Bélgica, que a diferencia de Andrea, sí ha conseguido llegar a su restaurante. Nati está segura de que "no va a tener clientes en su restaurante en el día de hoy", una situación que ya ha vivido a lo largo del fin de semana.