ENTREVISTA CON CARLOS ALSINA

La explosión de buscas "ha creado una paranoia contra cualquier dispositivo electrónico" entre las filas de Hezbolá

David Marugán, consultor, especializado en seguridad y radiocomunicaciones, detalla en 'Más de uno' cómo el Mossad ha podido perpetrar la explosión simultánea de cientos de buscapersonas que llevaban integrantes de Hezbolá.

ondacero.es

Madrid |

Al menos 11 personas han muerto y más de 2.800 han resultado heridas tras la exposición de cientos de buscapersonas de forma simultánea que estaban en manos, principalmente, de milicianos de Hezbolá en el Líbano. Tanto Hezbolá como el ministerio de Exteriores libanés han atribuido el ataque a Israel y sus servicios de Inteligencia, al Mossad, que colocó los explosivos en un lote de dispositivos buscapersonas fabricados en Taiwán y vendidos a Hezbolá, según informa el diario 'The New York Times'.

Al principio, se habló de un ciberataque, de que se hubiera tomado el control de estos dispositivos a través de un malware. Esta hipótesis, sin embargo, no parece factible porque "estos buscapersonas son muy sencillos y básicos y las posibilidades de explotación a través del hacking de forma remota está muy limitadas", explica en 'Más de uno' David Marugán, consultor, especializado en seguridad y radiocomunicaciones.

Por lo tanto, "es posible que tuviera una manipulación física, que se interceptara en algún punto de la cadena de suministro o incluso en origen", dice sobre un posible ataque contra la cadena de suministro. En cuanto a la explosión, opina Marugán, parece que no tiene que ver con la batería típica de estos dispositivos, sino que se deba a "un tipo de explosivo especial endosado" a los aparatos que funcionan a través de protocolos de radio.

Una operación muy compleja y de gran éxito

A esta escala, nunca se había visto un ataque igual, pero sí es cierto que en 1996 uno de los responsables de la fabricación de explosivos de Hamás cogió una llamada de teléfono y explotó.

"Sí hay precedentes en otro tipo de dispositivos, pero no a esta escala tremenda. Es una operación muy compleja y de gran éxito para quien la haya perpetrado", dice Marugán.

Los buscas tienen tecnología sencilla y difícil de geolocalizar

Hezbolá utilizaba estos dispositivos precisamente para evitar el uso de móviles, que tienen una superficie de ataque más compleja para ese hacking. En este caso, los buscas son mucho más sencillos. Los beepers son unidireccionales, es decir, "reciben órdenes pero no son localizables como un móvil, pues no emiten señales que puedan ser rastreadas para localizarlos", explica.

Así, "aunque parece antiguo, es segura porque utiliza una tecnología muy sencilla y muy difícil de geolocalizar", aunque las señales que manda la antena emisora de los mensajes sí son localizables. Sin embargo, probablemente utilizaban una red cifrada para mandar órdenes a los integrantes de Hezbolá.

Con todo, cabe destacar que además del daño humano, "han destruido una red de comunicación crítica para Hezbolá y por la parte psicológica, han creado una paranoia contra cualquier dispositivo electrónico", dice Marugán sobre la complicada situación en la que se encuentra Hezbolá tras el atentado masivo.