Se cumplen 17 años de la mañana del 11 de marzo de 2004. Este atentado dio pie después a una investigación policial sobre quiénes habían sido los autores intelectuales y ejecutores de aquel atentado. Desde entonces, personas especializadas en el yihadismo y en el terrorismo han ido añadiendo elementos y datos a la reconstrucción de todo lo que pasó antes, durante años. Hablamos en Más de uno con Fernando Reinares, investigador, especialista en yihadismo y autor de '11-M, la venganza de Al Qaeda', sobre la autoría de este atentado, la célula yihadista que lo realizó y si pudo detenerse.
Reinares explica que los atentados del 11 de marzo fueron perpetrados por una red yihadista compuesta por tres elementos. El primero procedía del remanente de la célula de Abu Dadah, que estableció Al Qaeda en nuestro país en 1994 y que fue desmantelada en noviembre de 2001, después de comprobarse sus conexiones con la célula de Hamburgo, responsable de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.
Amer Azizi, cabecilla del 11-M
Cuenta que el cabecilla de este atentado fue Amer Azizi, que era la mano derecha del líder de la célula de Al Qaeda en España, que no fue detenido cuando se lleva a cabo la 'Operación dátil' –fue durante mucho tiempo el mayor golpe asestado a Al Qaeda en Europa Occidental– porque se encontraba en ese momento en Irán. Allí, estaba desarrollando tareas logísticas relacionadas con el tránsito de combatientes, que solían ser individuos que residían en España y a los que radicalizaba y reclutaba para después enviarles a campos de entrenamiento de la organización yihadista.
Además, recuerda que España tiene una reflexión pendiente, debido a la división que generó a la atribución de culpa en relación con los atentados. "Si no fue posible la autocrítica, tampoco fue posible una crítica fundada y constructiva", señala. Añade que hubo un problema en torno al cuerpo nacional de Policía y el CNI porque ya en 2001 se conocía a los principales terroristas del 11 de marzo y a finales de 2003 ya se identifica prácticamente a todos los participantes.
Fallo policial y de Inteligencia
Sin embargo, explica que todo eso no impidió que tuviera lugar la matanza en los trenes de cercanías, lo que "hace inevitable deducir que fue un fallo policial y un fallo de Inteligencia". También comenta que no se interpretó bien la información de la que se disponía, que hubo abundante descoordinación y que la visión del CNI era muy desenfocada en relación a este problema.
"El 11-M es una venganza"
Concluye diciendo que el atentado fue resultado de una venganza por haber cesado en esa actitud de tolerancia y pasividad que se tenía hasta entonces, lo que les llevó a perder la célula a la que pertenecían, y también fue una represalia por participar en la guerra de Irak.