"Hay un componente ambiental indudable, no obstante, también hay una posición política, este Gobierno ha manifestado su oposición al almacén nuclear", explica el consejero de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta de Castilla La Mancha, Francisco Martínez Arroyo. Comenta que las grullas como aves migratorias, "necesitan la laguna y terrenos alrededor que sean aptos".
Por otro lado, argumenta que se trata de una zona con altas cantidades de yeso, por lo que no es óptima "para la construcción de un cementerio nuclear". Y Martínez Arroyo declara, "estamos analizando si realmente cumple la normativa", comenta que se necesita una distancia de 2 kilómetros entre la urbanización y el almacén.
Expone que en los últimos cuatro años no se avanzó en el proyecto, pero que "el plan urbanístico se aprobó justo después de las elecciones autonómicas". Asimismo, el consejero de Medio Ambiente revela que "cumplir con los requisitos de seguridad que requiere el almacén de residuos nucleares va a costar más dinero del que estaba previsto".
Y cree que "hay otras formas de generar mayor riqueza a medio y largo plazo que el cementerio nuclear en el medio rural y de manera más sostenible", dice Martínez Arroyo.