Hay casi 2.800.000 españoles viviendo en el extranjero. En estas fechas siempre se repiten las escenas de hijos, padres, parejas, amigos y hermanos reencontrándose en aeropuertos y estaciones, pero, por desgracia, no todos podrán volver a casa por Navidad.
Salir de la aldea y vivir en Inglaterra: un sueño hecho realidad
Manuela Budiño, de 68 años, fue durante mucho tiempo una de esas españolas que no podía regresar a su Galicia natal por estas fechas. De joven fue emigrante en Inglaterra y ahora está en el programa Falame da Emigración de la Obra Social de ABANCA en Vigo y A Coruña, con el que acude a colegios a contar a los alumnos de secundaria y de bachillerato su historia de emigración.
Cuando se fue de España Manuela tenía 18 años y nunca había salido de su aldea. "Yo veía que la gente joven se iba y cuando volvía los veías con un aspecto mejor. Me parecía que salir de la aldea era un sueño, donde no tenía oportunidades", cuena Manuela de su pueblo, donde no pasaba ni el coche de línea ni había televisión.
Un hermano seis años mayor que ella se había ido a Inglaterra antes y, cuando le veía volver, Manuela soñaba con vivir algo similar. "Fueron unos años maravillosos", recuerda de aquella época en la que trabajó como limpiadora en un hospital y compartía apartamento con otras chicas.
A pesar de no poder volver a España por Navidad, los españoles hacían grupo entre ellos y celebraban juntos: "en aquel momento había muchos españoles, sobre todo gallegos, y nos juntábamos para celebrar las fiestas".
Jóvenes emigrantes en Alemania
A sus 24 años, María Cobos es emigrante en un pueblo cercano a Nuremberg, Neuendettelsau, donde trabaja en una empresa con personas discapacitadas. Ella viajó desde Granada a Alemania este verano porque trabajó todo julio y agosto de au pair, le encantó el lugar, y volvió.
Ahora trabaja con niños discapacitados de entre 9 y 17 años y les ayuda en sus tareas diarias. En España hizo un grado superior de deportes, pero a través de una asociación encontró este trabajo y, en un futuro le gustaría tener estudios relacionados con ello.
Cambiar de país para cambiar de vida
Carlos López buscaba un cambio en su vida. Trabajaba jornadas de más de 12 horas en el sector audiovisual. Le surgió la oportunidad de irse y se fue a Ecuador. "Buscaba en un principio ese relax y tuve demasiado", admite Carlos a quien le costó acostumbrarse a la lentitud de vida que llevaban allí.
A la hora de trabajar, le tocó reinventarse casi cada semana porque "había que buscarse la vida de cualquier manera". Hace dos años volvió "básicamente porque el país estaba cayéndose a pedazos", dice sobre las revueltas indígenas y la pandemia del Covid, donde, al no tener seguro privado, los riesgos de salud eran mucho mayores. También, quiso dar un futuro más seguro a su hijo en España.
En total estuvo 12 años fuera de España, una experiencia que sin duda le marcó en positivo. Ahora tiene una empresa, 'El creador de nubes', donde hace todo tipo de contenido audiovisual.