"Con esta carta quería dar a conocer a mi hijo, que se sepa lo orgulloso que está él de su trabajo. Y que se sepa que lo que pasó no fue ninguna pelea de bar", afirma.
Dice que su hijo se mostró como lo que era, un Guardia Civil, cuando llegó a Alsasua y "la mayoría del pueblo le recibía bien y eso no gustaba a una minoría". Inma confiesa también que "Mi hijo Óscar decidió abrirse al pueblo tal y como él era y yo vi en qué condiciones trabajaba y supe que iba a acabar mal. Él no tenía miedo, pero yo sí. Yo viví los años de plomo".