Javier Gutiérrez y Luis Bermejo dan vida a los protagonistas de 'El traje', un drama revestido de comedia -o viceversa- donde se nos muestra cómo la voracidad del sistema nos convierte en depredadores. El texto, de Juan Cavestany -nominado a mejor autor teatral en los Premios Max- se convierte en un espectáculo casi circense, en un combate dialéctico, físico y acrobático.
José María Pou, gran amigo del programa, contó en una ocasión que siempre que termina una función necesita una hora de descompresión. Con el tiempo, ha desarrollado una habilidad imparable para poner excusas y evitar irse a cenar con quienes van a verle actuar porque necesita quedarse solo y salir a pasear durante un largo tiempo para desconectar.
Javier coincide con esto y defiende la premisa de que "el teatro es sanador". Igual que a Pou, una vez que acaba una función, Javier necesita su tiempo: "si la función es a las ocho o nueve de la noche, yo no me duermo hasta las tres o cuatro de la mañana".
Un texto para hablar de la corrupción política y los trajes de Camps
El texto de Juan Cavestany es de hace 12 años. Se lo encargaron para hablar de la corrupción política en la Comunidad Valenciana y los trajes de Camps. Al autor le salió este texto pensando a personajes como 'El Bigotes', "muy cañí y costumbrista", dice el actor.
"En su día no estuvo suficientemente explotado por compromisos teatrales que teníamos tanto Luis como yo", pero tras el éxito que tuvieron el año pasado con los Santos Inocentes, a ambos les quedaron muchas ganas de juntarse y hacer algo.
La soledad del individuo, la deshumanización de la sociedad o la brecha intergeneracional
Después de una lectura más sosegada, se dieron cuenta de que, aunque la corrupción estaba presente, tenían mucho más sentido temas como la soledad del individuo, la deshumanización de la sociedad o la brecha entre generaciones.
En definitiva, el texto es el mismo salvo alguna variante para introducir elementos de modernidad. "Es un texto que ha envejecido muy bien y la calidad de la escritura de Juan ha superado estos doce años con creces", opina Javier sobre un texto al que considera "mejor ahora que entonces" y que nos toca más después de un confinamiento, una pandemia y los coletazos de una nueva crisis.