La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, una de las mayores organizaciones internacionales de cooperación sin ánimo de lucro del mundo, es el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2015.
Su Superior General, Jesús Etayo Arrondo, asegura que viven "con alegría" el galardón porque "es una manera de que la sociedad nos diga que la misión que hacemos es actual, que responde a las necesidades actuales y que estamos donde tenemos que estar", pero que además es "una responsabilidad, una llamada a seguir haciéndolo mejor".
Aunque Etayo reconoce que "un dulce no amarga a nadie", reivindica también que estos premios deberían reconocer a las personas a las que ayudan: "Nosotros lo hacemos por vocación, pero estos premios tendrían que ser para las personas que sufren, para los refugiados, para las personas que están excluidas... para ellos que son anónimos que nadie los reconoce", asegura, y manifiesta su deseo de que el recibimiento del galardón sirva para que la sociedad tome conciencia de estas situaciones.
Respecto a la crisis del ébola, comenta que la Orden ya era conocida en España pero que "sin duda este tema le dio una repercusión mucho más grande".
El Superior General de la Orden habla también de la financiación de la organización, que se consigue a través de los convenios con las administraciones y con las donaciones de los voluntarios.
A la recogida del premio subirán seis personas de San Juan de Dios: "Queremos dar un aire de lo que es nuestra familia", explica, por lo que irán a recibir el galardón un hermano de África, una niña atendida por la Orden con su madre, una doctora, un voluntario y el propio Jesús Etayo.
