En su libro 'Cuando ya nada se espera', José Antonio Griñán, hace memoria del país en el que nació y en el que ha desarrollado su vida y trayectoria política. El libro comienza con una conversación con su hijoManolo donde le explica por qué él -y la generación a la que pertenece- decidió dedicarse a la política. "El libro es una defensa apasionada de la transición política", dice Griñán sobre los años en los que se construyó y consolidó la democracia liberal en España.
"Actualmente hay una incapacidad absoluta para el diálogo"
Para el expresidente de la Junta de Andalucía, el gran mérito de la Transición fue de Adolfo Suárez, que supo establecer la centralidad política como el punto de entendimiento de las distintas formaciones.
Así, la Transición logró crear "un espacio común compartido donde todos los partidos políticos deberíamos entendernos", algo que, a su juicio, se ha ido deteriorando hasta llegar a la situación actual, en la que hay "una incapacidad absoluta para el diálogo".
La Transición fue un ejemplo que no deberíamos contaminar con críticas infundadas
Griñán insiste en la necesidad de buscar ese punto de entendimiento y recuerda que "la Constitución es el marco de convivencia que todos necesitamos para expresar nuestras políticas y desarrollarlas". Al hilo de esto, hace una defensa del periodo histórico de la Transición democrática: "la Transición fue un ejemplo que no deberíamos contaminar con críticas infundadas".
"Dimití de la Junta de Andalucía para no hacer daño"
Entre 2012 y 2014 José Antonio Griñánfue presidente del PSOE, aunque renunció como militante del partido en 2016, por el caso de los ERE de Andalucía. "Dimití de la Junta de Andalucía y me fui del partido para no hacer daño", cuenta Griñán que se sigue sintiendo socialista y defensor de la socialdemocracia.
El próximo 4 de mayo, Griñán tiene una vista en el Tribunal Supremo para estudiar los recursos presentados contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla donde se le acusa de corrupción, junto al también expresidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves.
Si el Supremo confirma la sentencia, no tendría más remedio que acatarla y mi vida habría terminado
"No es que crea en mi inocencia, es que sé de mi inocencia", sostiene Griñán que sigue esperando a que el Tribunal Supremo "haga justicia".
Sin embargo, en el caso de que el Tribunal Supremo confirmara esa condena de corrupción, declara que "no tendría más remedio que acatar la sentencia y mi vida habría terminado".