José Diego Lorca es uno de los miles de camioneros atrapados en la frontera entre Reino Unido y Francia después de la decisión del Gobierno galo de no permitir el retorno del país británico de los transportistas hasta que demuestren estar libres de coronavirus, tras la nueva variante de la enfermedad.
Cuenta en Más de uno que se encuentra atrapado en un aeropuerto cerca de la localidad de Dover que Reino Unido ha habilitado para que se queden los miles de transportistas que no pueden cruzar el Eurotúnel y que no se les ha informado de cuándo podrán salir. Asegura que la única información que les han proporcionado es que es ahí donde se tienen que realizar la prueba Covid-19 y que el aeropuerto actúa como una especie de Centro Covid para poder entrar en Francia.
También comenta que no se les está dando ningún tipo de información respecto a cómo será la prueba: "Yo me enteré del test de saliva porque me lo comunicó la empresa, pero no por que haya venido nadie a decírnoslo". Una vez hecho el test, cuenta que el momento en el que salgan, dependerá de la rapidez con la que puedan ir saliendo ferris o trenes con vehículos, ya que actualmente en el Eurotúnel caben unos 30 o 40 camiones por viaje y son un total de dos mil los transportistas atrapados.
Asegura que tiene muy asumido que no llegará a tiempo para pasar las navidades con su familia porque aún no han salido de allí y tienen que esperar a que les digan algo y luego regresar con las limitaciones de conducción y descanso que tienen que cumplir. En su caso, además, tenía que ir a Francia a realizar una carga de patatas para después bajar a España, pero reconoce que no sabe si finalmente la podrá hacer o no porque no se les ha comunicado nada.
Respecto a cómo se organizan en el aeropuerto para comer, dormir o asearse, comenta que se ha montado una carpa donde les han dado de cenar, pero que los aseos "brillan por su ausencia": "En estos sitios, duchas no hay".
Las últimas informaciones son que el Gobierno de Francia anunció el martes que finalmente abrirá el tráfico de mercancías y pasajeros procedentes de Reino Unido -en atención a la exigencia de la Comisión Europea-, pero que reclamará esta prueba de que el transportista viene libre de virus.
La incertidumbre después estaba en que Francia pedía que la prueba realizada fuera una PCR, mientras que Reino Unido reclamaba un test de antígenos. Finalmente, el Gobierno galo ha aceptado la segunda opción porque la primera suponía tomar la muestra al transportista y esperar dos días hasta la obtención del resultado.