Reconoce que todos los que asistieron al Comité Federal salieron con la convicción de que "hay que hacer grandes esfuerzos para superar la situación actual que vive el partido". También apunta que "estuvimos a punto de fastidiarlo todavía más, pero menos mal que hubo contención en los enfrentamientos". Dice que fue muy desagradable hasta el recibimiento de los manifestantes que estaban en Ferraz y cuenta que "hubo un momento que daba la impresión que el objetivo era alargar sistemáticamente el Comité".
Finalmente se celebró la votación sobre si se aceptaba la propuesta de Pedro Sánchez de celebrar un Congreso y dice que él era partidario de que votaran. Admite que hubo partidarios de Sánchez que querían un voto secreto pero no en una urna visible. "Borrell pidió que se sacaran las urnas de detrás de las cortinas y se votara de otra manera". Después de ésto cuenta que se planteó la opción de votar por llamamiento sobre el Congreso y las fechas.
Afirma que tiene que ser un Comité Federal el que tiene la potestad para celebrar un debate sobre qué hacer ante una votación de un gobierno de Rajoy. Barreda confiesa que ha sido un fallo no proponer un debate sobre qué hacer y dar un "no" eternamente.
Sobre si el PSOE podría sobrevivir a unas terceras elecciones, cree que podrían condicionar la vida parlamentaria y que tienen capacidad de influencia aun siendo pocos. Insiste en que fue un error de planteamiento decir "no" a Rajoy pero cree que "no es posible un Gobierno alternativo".