El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, considera que Irán ha lanzado el ataque con drones a Israel de manera que fueran interceptados y "sin buscar objetivos civiles" y que los 300 drones se lanzaron de manera que pudieran ser localizados.
Tras este ataque, que los Veintisiete han calificado como una "escalada sin precedentes y una amenaza para la seguridad regional", Borrell está de acuerdo con el secretario general de la ONU en señalar que "estamos al borde del precipicio y hay que alejarse de él".
Alerta Borrell de que se están dando pasos hacia un conflicto que puede desestabilizar toda la región y afectarnos a todos y hay que "poner el freno y dar marcha atrás".
Se muestra convencido de que habrá respuesta de Israel a este ataque, pero espera que no conduzca a esa escalada porque "es tiempo de parar, es tiempo de evitar que la guerra se extienda y de pararla también en Gaza".
Asegura el alto representante de la diplomacia europea en este objetivo están trabajando todos cada uno en su papel, pero resalta que la división en el Gobierno israelí entre los que quieren una respuesta fuerte y decidida y los que defienden una respuesta más moderada.
La relación de la UE con Irán
Sobre la actual relación de la Unión Europea con Irán, Borrell asegura que es "una relación complicada" y que actualmente el pacto para mantener a raya su programa nuclear "está congelado".
"A Europa le interesa tener las mejores relaciones con Irán sabiendo lo que sabemos de su régimen político, habiendo hecho todas las condenas y con todas las sanciones que la UE le ha impuesto", defiende.
Borrell señala que Irán es "un actor regional importante y en este momento más importante que nunca" por lo que "hay que hablar con él". "A todos nos conviene que Oriente Medio se pacifique un poco", afirma.
La solución de los Estados para pacificar Oriente Medio
En la línea de evitar una escalada de la tensiones Oriente Medio, Borrell opina que la solución de los dos Estados, aunque simbólico, sería un buen paso en esa dirección.
"El reconocimiento del Estado de Palestina supondría un espaldarazo moral", defiende.
El Alto representante de la UE considera que los Acuerdos de Oslo de 1993, diseñados para ofrecer una solución permanente en el conflicto palestino-israelí, no han llevado a "ninguna parte" y "hemos retrocedido a una situación mucho peor". Por ello, insiste en que dar pasos hacia la solución de los dos Estados "es lo que más puede ayudar".