En 1977- 1988 se escavaron las tumbas reales en Macedonia, en un primer momento se identificó la ‘tumba 2’ como la del rey Filipo II, era más ostentosa y había sido saqueada, explica el antropólogo y codirector de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga. Gracias al análisis de la ‘tumba 1’ se ha descubierto que allí descansan los restos óseos del padre de Alejandro Magno .
El antropólogo comenta que “se dio por hecho que los de la ‘tumba 2’ eran los de Filipo II”, pero han descubierto que en la ‘tumba 1’ había restos de un varón, una mujer y un recién nacido, que corresponderían a Filipo II, su mujer Cleopatra y su hijo bebé. La prueba concluyente es la “herida de guerra que poseía el rey en la pierna que le causó una cojera”.
“Queda poco margen para la discusión, viendo las edades, condición y la cojera de la pierna izquiera de Filipo II”, añade Arsuaga. Pero dice que “desde el momento en el que no hay nombres en las tumbas puede seguir habiendo debate”.
Además, añade que el sepulcro donde se encuentra Filipo II corresponde más con su personalidad, “es una caja de piedra maravillosamente decorada, sencilla y austera, como era él, guerrero”, declara el antropólogo.