Cuando era alumno del instituto San Isidro de Madrid, Manuel Galiana decidió que no quería ser otra cosa en la vida que no fuese actor. El culpable de tal pasión por el teatro fue su profesor de Literatura, Antonio Ayora, quien se dedicó a reclutar alumnos para crear un Aula Teatral.
Antes de conocer a su profesor, Galiana ya era un niño de mucha imaginación al que desde siempre le gustaba el cine y el teatro. Sin embargo, "cuando se formó el aula del teatro dije: 'esto es lo mío'", recuerda ahora, tras más de sesenta años de carrera reconocida con premios como el Premio Nacional de Teatro. Galiana reconoce que Ayora, que era un hombre muy culto, "supo enseñarme el teatro"; a él y a otros de sus compañeros como Emilio Gutiérrez Cava, Manuel Collado y José Carabias.
Si el teatro puede ser tan hermoso, yo ya no quiero pertenecer a nada más en la vida
En una ocasión, su profesor les llevó al Teatro Español a ver el estreno de la obra 'Enrique IV', de Pirandello. "Esa noche había encontrado mi sitio; si el teatro puede ser tan hermoso, yo ya no quiero pertenecer a nada más en la vida", cuenta Galiana sobre la magnífica noche que pasó en el teatro, la noche de su "revelación".
"Es un tipo de comedia que no había visto nunca"
Actualmente, Manuel Galiana participa en la obra 'Los secuestradores del lago Chiemsee', dirigida por Mario Gas; una historia que habla de "cómo el destino se nos puede truncar en un momento dado". Al leer la obra, reconoce que le impresionó; "es un tipo de comedia que yo no había visto nunca", explica, a la vez que alaba lo "sorprendente" de la puesta en escena.
"Soy adicto al teatro, es mi vida"
A pesar de que todas las carreras profesionales tienen sus altibajos, Galiana afirma que nunca ha tenido momentos de debilidad profesional ni de cuestionarse su vocación. "No he tenido ningún momento de flaqueza, es algo que no puedes dejarlo porque eres eso", dice sobre lo unida que está su profesión con su vida.
"Soy adicto al teatro, es mi vida, estoy deseando que pasen las horas para que llegue el momento de subir al escenario y vivir aquello", sentencia Galiana.