Carlos Alsina entrevista en Más de uno a la ex ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, que habla sobre la aprobación de la ley de la eutanasia, que podrá solicitar todo aquel que tenga la nacionalidad española o residencia legal en España. Asimismo, tienen que ser mayores de edad y ser capaces y conscientes en todo momento de la solicitud, a su vez, esta puede ser retirada cuando el solicitante lo desee. Además, el texto exige que hasta en cuatro ocasiones el paciente manifieste su voluntad de morir y deja a criterio de una comisión médica tomar la decisión última.
¿Cómo se garantiza que se aplique solo a personas que quieren morir?
Ante la pregunta de cómo se va a garantizar que la eutanasia se aplique exclusivamente a aquellas personas que realmente desean morir, Carcedo asegura que se trata que "la ley es absolutamente garantista", ya que "es uno de los requisitos imprescindibles" que no se pueda aplicar "si no existe una ratificación expresa de la persona que solicita".
Por ello, primero tiene que reunir los requisitos para solicitar esta ayuda, como tener una enfermedad muy grave e incurable y pueda expresar su deseo de morir, o en su defecto casos como demencia, que haya hecho un testamento vital, un documento legal válido que reúna todas las condiciones de que esta persona lo ha hecho antes de perder la conciencia". Asimismo, recalca que la ley especifica que tiene que "ser la persona, exclusivamente la persona" la que realice la petición y no un intermediario que haga la solicitud por ella, al igual que la confirmación de que no ha recibido ningún tipo de personas.
Así que aboga porque todo el mundo haga un testamento vital para evitar los problemas jurídicos. Por lo que asevera que una vez se haya aprobado la ley comenzarán con una campaña de sensibilización.
¿Se contempla el suicidio asistido?
La ex ministra sostiene que en esta ley no se contempla el suicidio asistido ya que es el mismo proceso, "o bien se la administra un profesional o bien en ese acto se lo ingiere la propia persona, pero en presencia del equipo médico", recalca. "No existe una regulación alternativa", declara.
Por otro lado, apunta que al igual que en los casos de aborto, también existe la objeción de conciencia para los médicos que no quieran participar en este proceso. "Estamos regulando un nuevo derecho, profundizando en la libertad individual de las personas", concluye.