En 'Más de uno' hablamos con Nicholas Papachrysostomou, coordinador de Emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF), después de que las milicias islamistas hayan rechazado la propuesta de Egipto para una nueva tregua en Gaza, con intercambio de prisioneros y un nuevo gobierno de tecnócratas centrado en la reconstrucción. La Franja sufre los peores bombardeos en semanas y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha insistido en que la guerra será larga.
El coordinador de Emergencias asegura que "es muy difícil describir" lo que han "encontrado en Gaza" porque, a pesar de haber estado en varias crisis en diferentes países, lo de "Gaza es un mundo aparte". Según explica, los bombardeos están desplazando a la población civil cada vez más al sur, que se está convirtiendo en un gran campo de desplazados.
"No se puede trabajar en otro sitio, solo nos queda el sur. Las tiendas de los desplazados ya rodean la clínica que acabamos de abrir, en la ciudad de Rafah", dice. Además, denuncia que los bombardeos siguen siendo indiscriminados, incluso en su barrio, que está designado como "seguro".
Es absurdo lo que hace un alto al fuego temporal
La falta de alimentos, higiene, electricidad y sanidad está provocando que haya un aumento de enfermedades infecciosas y respiratorias, que en poco tiempo prevé que se produzcan brotes y malnutrición. Por ello, considera que "es absurdo lo que hace un alto al fuego temporal" ya que "solo proporciona un breve respiro" porque una vez terminan, los bombardeos vuelven con la misma fuerza.
"En Médicos Sin Fronteras estamos pidiendo por un alto al fuego inmediato y sostenido porque es la única forma de evitar más muertes", destaca Papachrysostomou. "Lo que puedo ver es que están castigando a una población entera", una población que no es culpable.
Insiste el coordinador de Emergencias de MSF en que "el impacto que tiene es desproporcional a cualquier objetivo que puedes tener militarmente hablando".