El libro que acaba de publicar Nieves Herrero, 'La Baronesa', se fraguó de una manera, por así decirlo, poco convencional. Porque lo que ahora es una novela iba a ser en principio una biografía autorizada de Tita Cervera, la baronesa Thyssen.
La iniciativa para hacer el libro fue de la baronesa y para Nieves supuso todo un reto. Era la primera vez que, fuera de una entrevista para un medio de comunicación, se enfrentaba a un personaje vivo que iba a ser de novela. Esto implicaba ciertas dificultades; para que ella se reconociera en la novela y porque, como coautora, Tita tenía que decidir por dónde empezaban a narrar su vida.
Tras varios cambios de opinión sobre cómo comenzar la novela, Nieves se plantó ante ella y le dijo: "Tita, no podemos hacer y deshacer como Penélope. Yo voy a hacer un esqueleto, hago el libro y luego ya deshacemos lo que haga falta. Y ya nunca volví a saber de ella", cuenta la periodista en 'Más de uno'.
Un libro sobre Tita, un personaje "lleno de matices"
Después del shock y de tanto trabajo, le ofrecieron hacer, en lugar de un libro con Tita, un libro sobre Tita. Entonces, "quitamos aquello que era confidencial, porque si no lo dice ella, yo no lo voy a decir" y, a partir de ahí, Nieves la novela 'La Baronesa', de un personaje "muy rico y lleno de matices" que si no existiera, habría que inventarlo.
La gente va a descubrir al personaje que hay detrás de una cara muy conocida
"La gente va a descubrir al personaje que hay detrás de una cara muy conocida y reconocible", dice Nieves quien asegura que los secretos no publicados "no los contaría ni aunque me torturaran".
La baronesa, una mujer muy cercana y muy sola
De la idea que tenía de la cara conocida de Tita Cervera a la imagen que tiene Nieves ahora después de haber intimado con ella, viendo cómo se desenvuelve en su vida cotidiana, hay una diferencia abismal.
"Yo la veía como una persona distante, fría, parecía imposible acceder a ella", confiesa la periodista. Sin embargo, cuando le abrió las puertas de su casa, la baronesa le recibió en chándal y sin maquillaje. "Cuando empezamos a hablar, descubro a una mujer muy cercana y también muy sola", cuenta Nieves, quien sostiene que le sorprendió muchísimo.
Estábamos ella y yo solas, sus perritos, sus recuerdos, sus cuadros y nada más
Al contrario de lo que se imaginaba, "estábamos ella y yo solas, sus perritos, sus recuerdos, sus cuadros y nada más". Durante esas charlas, conoció a una mujer que deseaba tener más contacto con su hijo y, ante tal soledad, Nieves trató de hacerle compañía: "le dije, '¿por qué no te vienes conmigo de vacaciones'?".
En definitiva, Nieves sintió que al tratar de escribir el libro, le brindaba su amistad y era sincera con ella: "lo que quieras, Tita, no estés sola".