“Lago, a quien la policía atribuye al menos una veintena de crímenes, ha sido trasladado esta misma noche a la prisión psiquiátrica Monte Baruca”. Así trasladaríamos desde “Más de uno” la historia de la nueva miniserie de la productora estadounidense Netflix, que comienza con una larga noche de asedio y violencia.
Bárbara Goenaga y Luis Callejo han acudido a "Más de uno" para presentar su último trabajo, "La noche más larga". La primera temporada, que se estrenará en la plataforma este viernes, está llena de misterio hasta para los propios actores, a los que todavía no han conocen "muchas cosas" sobre el futuro de la historia y de los personajes. "Seguimos debatiendo", desvelaban en la entrevista, alegando que pese a que "siguen a ciegas" esto "no les importa".
Unos papeles muy intensos
Callejo se pone en la piel de Simón Lago, un psicópata y asesino en serie. Al ser preguntado por su papel, comenta que "es más divertido hacer de malo", aunque este sea uno de los "peores papeles que ha hecho en este sentido". "Mi mujer dice que me puedo permitir hacerlos por ser buena persona", añadía el actor entre risas. Por su parte, Goenaga admitía que el papel de su compañero hace que "se te hiele la sangre".
Pese a su papel de malo, Callejo no ha dudado en subrayar que "te ríes más haciendo este tipo de series que haciendo comedia", y detrás de las cámaras no dudaba en poner una sonrisa en la cara de sus compañeros de reparto.
La relación entre los personajes es "curiosa", ya que "va cambiando" de manera constante. Los hechos ocurren "a lo largo de una noche", es decir, "prácticamente a tiempo real". Por ello, los actores no se podían permitir engordar ni tomar el sol. A la hora de formarse para llevar a cabo un papel de psiquiatra, Goenaga contó con la ayuda de una profesional real, "directora de un centro potente". A lo largo de un día, le enseñó las claves para conocer "cómo tratar a los pacientes en momentos así", y ofreció un "diagnóstico de cada personaje".
"Una serie muy frenética"
El rodaje se llevo a cabo en Madrid y sus inmediaciones. La productora contaba con un gran set, preparado minuciosamente para simular una "cárcel real". Según ha podido contar Callejo, se han creado "unos módulos carcelarios espectaculares". "Tenía hasta segunda planta, todo era real", añadía Goenaga, "el plano de la cárcel coincidía con el plano real".
La serie está cargada de acción y misterio. "Es frenética", ya que cuenta con efectos especiales muy complejos, que hacen que los golpes y el fuego parezcan reales. La atención al detalle durante la grabación era tan grande que tenían armeros en el set, para asegurarse de que todo estaba desacuerdo a la realidad.